Mark Boals. Una propuesta diferente





Nos acercamos el jueves 1 de agosto a Gier Music Club, para presenciar el show de quien en mi humilde opinión, es uno de los mejores y más subestimados cantantes del Heavy Metal: Mark Boals.

La propuesta del jueves, a diferencia de la fecha principal -viernes 1ro de agosto- fue acústica. 

Perpendicular, tributo a Deep Purple, fue la banda encargada de abrir la noche, y nos deleitó, como siempre, con los grandes clásicos púrpuras. Ajustados y prolijos, pero también divirtiéndose en el escenario, estos experimentados músicos saben transmitir la buena onda que tienen entre ellos. Mención especial a Javier Retamozo (Ex Rata Blanca, Walter Giardino Temple) cuyo virtuosismo no deja de lado el buen gusto, mostrando todo lo que tiene en el momento preciso y sin abusar.



Acto seguido, subió al escenario Presto Vivace, y demostró porqué es una de las bandas más longevas y representativas del metal progresivo en castellano. La precisión y calidad de ejecución de sus instrumentos es impecable. Presentaron canciones de su nuevo trabajo “Realidades Convenientes” y clásicos de todos sus discos. Una presentación intachable, con un Gustavo Despalanque -voz- demoledor. Cerraron el set con un excelente cover de “Jerusalém” de Rata Blanca. 

Algunos minutos después, el señor Mark Boals se hizo presente, junto a los experimentados Adrián Subotovsky (Quemar, Metal Project, Subotango) y Pablo Soler (Humanimal, Tren Loco) en guitarras. 

Dicho por el mismísimo Mark, el acústico fue una nueva experiencia para él, ya que no estaba planificado para la gira. Y para hacer honor a la verdad, podemos decir que de las 3 presentaciones de la noche, esta fue la menos acústica. Digamos que presenciamos un entretenido híbrido entre acústico y eléctrico. 
Se notó la buena onda y distensión entre los músicos. Adrián aprovechó -como nos tiene acostumbrados- cada hueco para demostrar lo que puede hacer con su guitarra. Uno casi podría jurar que ni siquiera tuvo que estudiar los temas que estaba ejecutando. A Pablo Soler, si bien preciso, se lo notó un poco más apagado.

La voz de Mark se conserva al 90% comparándolo con el Mark Boals de la mejor época. Y no es poco decir. No todos los cantantes pueden cantar, 30 años después de su lanzamiento, canciones de Yngwie Malmsteen en el tono original. Queen in love, You don't remember, Liar y Magic mirror fueron algunas de las que pudimos escuchar en este formato semi-acústico. También se incluyeron canciones de Ring of fire (no la mejor elección para este formato) y un tema de su discografía solista, llamado “Broken Heart”. Curiosamente, también escuchamos “I'm a viking” (Mark no grabó este tema con Malmsteen) y una muy improvisada -pero con mucho groove- versión de Highway Star.
Todo el show estuvo ambientado con una sensación íntima y relajada, casi de entrecasa, lo cual es bastante novedoso y agradable. Pese a esto, nunca puedo dejar de preguntarme como los cantantes no logran recordar letras de temas que vienen cantando hace 30 años, y se tienen que apoyar en ayuda memorias pegadas en el piso.
Finalizado el show, Mark se acercó a saludar a todos los presentes luego del show, y se prestó a sacarse fotos y firmar autógrafos con una simpatía pocas veces vista en artistas internacionales.




8.5 / 10. Recomendable




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